La Escuela Hermanas Mirabal del El Café de Herrera genera preocupación entre padres, docentes y autoridades

Hace años, la comunidad educativa ha denunciado el estado crítico del edificio, solicitando al Ministerio de Educación su reparación o la construcción de una nueva estructura
Por Alan Vargas, alanvargas01@gmail.com
Santo Domingo Oeste, R.D.
El posible desplome del edificio de la Escuela Hermanas Mirabal, ubicada en El Café de Herrera, Santo Domingo Oeste, ha generado gran preocupación entre padres, docentes y autoridades. La estructura, que alberga a más de 800 niños y niñas, además del personal docente y de mantenimiento, presenta grietas visibles y signos de deterioro que podrían derivar en una tragedia si no se toman medidas urgentes.
Desde hace años, la comunidad educativa ha denunciado el estado crítico del edificio, solicitando al Ministerio de Educación su reparación o la construcción de una nueva estructura. Sin embargo, hasta el momento, las respuestas han sido insuficientes, dejando a cientos de estudiantes en riesgo diario. La falta de mantenimiento adecuado y la ausencia de inspecciones estructurales han agravado la situación, aumentando el temor de que un colapso pueda ocurrir en cualquier momento.
El caso de la Escuela Hermanas Mirabal recuerda la reciente tragedia del Jet Set, donde el colapso del techo de la discoteca dejó más de 200 fallecidos. En ambos casos, la falta de supervisión y mantenimiento adecuado de las estructuras ha sido un factor determinante. Si bien la tragedia del Jet Set ocurrió en un espacio de entretenimiento, el riesgo en una escuela es aún más alarmante, ya que involucra a niños y adolescentes que dependen de la protección del Estado para su seguridad.
Las autoridades han prometido investigar el caso del Jet Set y reforzar las inspecciones en edificaciones públicas y privadas. Sin embargo, la situación en la Escuela Hermanas Mirabal demuestra que aún queda mucho por hacer en términos de prevención. Si no se toman medidas inmediatas, el país podría enfrentar una tragedia similar, pero con consecuencias aún más devastadoras.
Otro factor que agrava la preocupación es el riesgo sísmico en la República Dominicana. Expertos han advertido que el país está ubicado en una zona de alta actividad sísmica, con fallas geológicas que podrían generar un terremoto de gran magnitud. En caso de un sismo fuerte, estructuras debilitadas como la de la Escuela Hermanas Mirabal podrían colapsar, poniendo en peligro la vida de cientos de estudiantes y docentes.
La prevención es clave para evitar desastres. Es fundamental que el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Educación y el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) realicen inspecciones urgentes en todas las escuelas del país, priorizando aquellas que presentan signos de deterioro. Además, se deben implementar simulacros de evacuación y reforzar la educación sobre seguridad estructural en las comunidades.
La comunidad educativa y los padres de los estudiantes han exigido respuestas concretas. No basta con promesas, sino con acciones inmediatas que garanticen la seguridad de los niños y niñas que asisten a la escuela diariamente. La inversión en infraestructura escolar no debe ser vista como un gasto, sino como una prioridad para el bienestar y el futuro del país.
En conclusión, el posible desplome de la Escuela Hermanas Mirabal es una advertencia de que la República Dominicana debe mejorar sus políticas de prevención y mantenimiento de infraestructuras. La tragedia del Jet Set ha demostrado las consecuencias de la negligencia, y es imperativo que se actúe antes de que otro desastre ocurra.
La tragedia del Jet Set nos dejó una lección dolorosa sobre la importancia de la supervisión y el mantenimiento de estructuras. Si bien el colapso de una discoteca es devastador, el desplome de una escuela con cientos de niños sería aún más trágico. La prevención no debe ser una opción, sino una obligación del Estado.
El riesgo sísmico en la República Dominicana añade una capa de urgencia a este problema. No podemos esperar a que ocurra un terremoto para actuar. Es necesario reforzar las inspecciones y garantizar que todas las edificaciones públicas cumplan con los estándares de seguridad.
La seguridad de los niños y niñas debe ser una prioridad absoluta. No podemos permitir que la negligencia y la falta de acción pongan en peligro vidas inocentes. Es momento de actuar con responsabilidad y compromiso para evitar futuras tragedias.