Tomar aceite de salmón

Por Yajaira Villarreal
Los ácidos grasos Omega 3 son fundamentales para el buen funcionamiento del cuerpo humano, y su deficiencia puede acarrear serias consecuencias para la salud. A continuación, se detallan cinco de los principales beneficios de incluir Omega 3 en nuestra alimentación:
Acción antiinflamatoria: Los ácidos grasos EPA y DHA, presentes en el Omega 3, actúan como inmunorreguladores, ayudando a reducir y controlar la inflamación en el organismo. Esta propiedad es clave para prevenir enfermedades inflamatorias crónicas y mantener un sistema inmune equilibrado.
Salud cardiovascular: El consumo regular de Omega 3 favorece la salud del corazón al disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Contribuye a reducir la probabilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos, mejora la regularidad del ritmo cardíaco, disminuye el riesgo de trombosis, regula los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, y ayuda a mantener la presión arterial en niveles saludables.
Beneficios para la piel: El Omega 3 tiene efectos positivos sobre la salud cutánea, ya que ayuda a reducir la sequedad de la piel, alivia la picazón asociada con afecciones como la dermatitis, mejora la función de la barrera cutánea, acelera la cicatrización de heridas, disminuye la hiperpigmentación y actúa como un factor preventivo contra el cáncer de piel.
Salud ocular: El Omega 3 es esencial para la salud de los ojos, ya que contribuye a reducir la presión intraocular, un factor de riesgo importante para el glaucoma. Además, su deficiencia puede estar relacionada con la degeneración de la retina, un trastorno que puede comprometer la visión.
Salud cerebral: Estos ácidos grasos son cruciales para el desarrollo y funcionamiento del cerebro. Un consumo adecuado de Omega 3 favorece el envejecimiento cerebral saludable, previniendo la inflamación y la disminución de estos ácidos grasos en el cerebro, problemas comunes en las personas de edad avanzada.