Nicolás Maduro critica a Luis Abinader por la confiscación de avión venezolano en República Dominicana
También, Maduro llama «ladrón» y «bandido» a Abinader por la confiscación de avión en República Dominicana
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha lanzado fuertes críticas al presidente dominicano Luis Abinader tras la confiscación de un avión propiedad del Estado venezolano en la República Dominicana. Maduro calificó la acción como un “acto de agresión” y acusó al gobierno dominicano de seguir órdenes de intereses extranjeros, particularmente de los Estados Unidos, en una disputa que ha escalado las tensiones diplomáticas entre ambos países.
En una declaración pública, Maduro expresó su descontento con lo que describió como una «decisión injustificada y arbitraria» por parte del gobierno dominicano. El mandatario venezolano exigió la devolución inmediata de la aeronave, argumentando que el avión fue confiscado sin el debido proceso legal y en violación del derecho internacional. “Luis Abinader ha caído en la trampa de los imperialistas, actuando contra los intereses de Venezuela y nuestro pueblo”, afirmó Maduro.
«Me dejaron sin avión, el ladrón del presidente de República Dominicana, (Luis) Abinader, que es un bandido, un ladrón».
El avión en cuestión, supuestamente vinculado a la estatal Conviasa (aerolínea venezolana), fue retenido en un aeropuerto dominicano bajo la justificación de cumplir con sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos a varias entidades venezolanas. Estas sanciones forman parte de una campaña internacional para presionar al gobierno de Maduro, que ha sido acusado de violaciones a los derechos humanos y corrupción.
Maduro, sin embargo, acusó a Abinader de “obedecer servilmente las órdenes de Washington”, sugiriendo que la República Dominicana está siendo utilizada como una herramienta en los esfuerzos de Estados Unidos para asfixiar económicamente a Venezuela. “El gobierno dominicano está actuando en contra de los intereses de la soberanía latinoamericana y caribeña”, dijo en un discurso televisado.
Por su parte, el gobierno dominicano ha mantenido una postura firme, argumentando que la confiscación se llevó a cabo en cumplimiento de acuerdos internacionales y como parte de su compromiso con la lucha contra la corrupción y el narcotráfico en la región. El ministro de Relaciones Exteriores de República Dominicana, Roberto Álvarez, señaló que la medida no está dirigida contra Venezuela como nación, sino que responde a la necesidad de cumplir con sanciones globales que afectan a entidades específicas.
En Venezuela, la confiscación ha generado una ola de condenas entre los funcionarios del gobierno, quienes han prometido tomar medidas diplomáticas en respuesta. Maduro advirtió que esta situación podría afectar negativamente las relaciones bilaterales entre Venezuela y la República Dominicana, e incluso insinuó posibles represalias económicas o políticas en el futuro cercano.
El incidente también ha sido utilizado por Maduro para reforzar su narrativa sobre la “injerencia extranjera” en los asuntos internos de Venezuela. En un reciente mitin en Caracas, el líder venezolano aseguró que “ningún avión o recurso de Venezuela será entregado a las fuerzas imperialistas”, en un intento de galvanizar el apoyo de sus seguidores y consolidar su imagen de resistencia frente a las sanciones internacionales.
Hasta el momento, el presidente Abinader no ha respondido públicamente a las declaraciones de Maduro, pero fuentes cercanas al gobierno dominicano indican que las autoridades están trabajando para resolver el conflicto a través de los canales diplomáticos adecuados. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa, y los analistas políticos no descartan que este incidente pueda tener repercusiones más amplias en las relaciones de República Dominicana con otros países de la región que mantienen una postura crítica hacia las sanciones internacionales impuestas a Venezuela.
Este conflicto diplomático añade una nueva dimensión a los ya complejos retos que enfrenta la administración de Abinader, en un momento en el que la República Dominicana busca consolidar su posición en el escenario internacional y mantener el equilibrio en sus relaciones exteriores.