Nochebuena y Navidad: precauciones frente al consumo de alcohol en niños y adultos
Cómo actuar responsablemente ante intoxicaciones y mareos en adolescentes durante las celebraciones
Por la Redacción Samantha Radio Online, 23 dic 2025
Las celebraciones de Nochebuena y Navidad son momentos de unión familiar, alegría y tradición. Sin embargo, también representan un escenario donde el consumo de alcohol se incrementa, lo que puede generar riesgos tanto para adultos como para jóvenes y adolescentes.
Es fundamental que los adultos comprendan que el alcohol no debe ser ofrecido ni permitido en menores de edad. La exposición temprana a estas bebidas puede causar daños físicos, emocionales y sociales, además de abrir la puerta a problemas de salud a largo plazo.
En el caso de los adultos, la recomendación principal es moderar el consumo. Evitar excesos no solo protege la salud, sino que también garantiza un ambiente seguro para los niños, quienes dependen del cuidado y la vigilancia de sus padres y familiares.
Si durante las celebraciones un joven o adolescente presenta mareos, vómitos, desorientación o signos de intoxicación por alcohol, los adultos deben actuar de inmediato. La primera medida es mantener la calma y asegurarse de que el menor esté en un lugar seguro, lejos de riesgos como caídas o golpes.
Es importante ofrecer agua y procurar que la persona se mantenga sentada o recostada de lado, para evitar complicaciones en caso de vómitos. Nunca se debe dejar solo a un menor en estas condiciones, pues la supervisión constante es clave para prevenir situaciones graves.
En casos de pérdida de conciencia, dificultad para respirar o convulsiones, la acción inmediata debe ser llamar a los servicios de emergencia. El traslado a un centro de salud es indispensable para recibir atención médica especializada.
Los adultos también deben evitar remedios caseros o prácticas peligrosas como inducir el vómito sin supervisión médica. Estas acciones pueden agravar la situación en lugar de mejorarla.
Más allá de la atención inmediata, es necesario que las familias reflexionen sobre la importancia de educar a los jóvenes en el consumo responsable y en la prevención. Hablar abiertamente sobre los riesgos del alcohol es una herramienta poderosa para reducir la incidencia de estos casos.
La sociedad en su conjunto debe asumir que las fiestas no justifican la irresponsabilidad. La protección de la niñez y la adolescencia es un deber colectivo, y cada adulto tiene la responsabilidad de garantizar que las celebraciones sean seguras y saludables.
En conclusión, la Nochebuena y la Navidad deben ser sinónimo de alegría y unión, no de tragedias evitables. La prevención, la vigilancia y la acción rápida son las claves para proteger a nuestros niños y adolescentes frente al consumo de alcohol.
