Resucita el Estadio Quisqueya

Se trabajó en dos proyectos vitales: la reparación y adecuación de los drenajes y la recuperación de la grama», dijo al Listín Diario Fernando Armenteros, tesorero de los Leones del Escogido

Moisés Mejía, Santo Domingo
El Estadio Quisqueya Juan Marichal está en cuenta regresiva para abrir sus puertas a la próxima temporada de béisbol invernal, pero esta vez con un rostro distinto.
Desde finales de julio, el patronato que administra la instalación (este año los Leones del Escogido) emprendió un proceso intenso de remodelación que, según sus directivos, devolverá al parque capitalino el nivel que perdió durante la última década.
Fernando Armenteros, miembro del patronato y tesorero de los Leones del Escogido, explicó que los trabajos fueron concebidos en tres frentes: el drenaje en el terreno de juego, las estructuras físicas y la logística interna.
“Lo primero fue darle al terreno la atención que llevaba años esperando. Se trabajó en dos proyectos vitales: la reparación y adecuación de los drenajes y la recuperación de la grama. Cuando levantamos los suelos encontramos tuberías rotas y sistemas completamente inservibles. Ese fue quizá el mayor reto, rediseñar el drenaje para que el agua fluya como debe. Hoy podemos decir que el estadio aguanta lluvias fuertes sin que el terreno colapse”, aseguró Armenteros.

Durante los últimos años, el Quisqueya perdió la fama de ser un estadio “jugable aunque lloviera”. Con cualquier aguacero reciente, los partidos tenían que suspenderse. Ahora, gracias a la inversión en drenajes subterráneos y perimetrales, el viejo refrán podría volver a cobrar vida.
“En los últimos años nunca habíamos visto el terreno en las condiciones que va a tener esta temporada. Yo creo que esta grama estará en nivel de Grandes Ligas, y lo más importante, es que empezamos el trabajo con tiempo de sobra”, afirmó Armenteros.
Otra parte clave fue el sistema de riego. Los aspersores, casi todos dañados, fueron sustituidos y se instaló una bomba adicional para garantizar continuidad.
“Ya no dependemos de mandar una bomba a reparar y quedarnos sin agua. Ahora el riego es uniforme, con la periodicidad que recomiendan los ingenieros. Eso, junto al abono y los tratamientos de aireación, asegura que la grama se mantenga fuerte y saludable”, explicó.
Mejora en los baños, parqueos, luces y asientos
En el área estructural, el estadio también muestra avances visibles.
“Estamos reparando las mallas, los postes de foul, pintando pisos y graderías, y dando mantenimiento a las torres de iluminación. Los baños son una prioridad, queremos que el público note la diferencia desde el primer día. Y en los parqueos ya pusimos orden: mejoramos la iluminación, arreglamos garitas y accesos, porque en temporada muerta, aquí llegaba cualquiera a hacer lo que quisiera”, puntualizó Armenteros.
Con menos de un mes para el playball, el coloso de la Tiradentes promete ser escenario no solo de grandes partidos, sino también de una experiencia muy renovada.