Luces y sombras en su trayectoria religiosa y educativa

Luces y sombras en su trayectoria religiosa y educativa
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Un repaso crítico a los errores y controversias que marcaron su camino antes de ser designado obispo de la nueva diócesis Stella Maris

Por: Alan Vargas, Samantha Radio Online, Santo Domingo, RD

Inicio prometedor con grietas tempranas

El padre Manuel Ruiz inició su carrera con una sólida formación académica y vocación pastoral. Sin embargo, desde sus primeros años como educador, surgieron críticas por la falta de estructura formal en el colegio Movearte, fundado con materiales reciclados. Aunque innovador, algunos padres cuestionaron la seguridad y calidad educativa del plantel.

Gestión educativa sin supervisión estatal

Durante su dirección de Movearte, Ruiz evitó someterse a auditorías del Ministerio de Educación, lo que generó dudas sobre el cumplimiento de estándares curriculares. Esto provocó tensiones con autoridades educativas que exigían mayor transparencia.

Confusión en roles institucionales

Como enlace entre el Poder Ejecutivo y la Iglesia Católica, Ruiz fue criticado por mezclar funciones religiosas con posturas políticas. Su renuncia en 2014, sin consulta previa al Episcopado, fue vista como una acción unilateral que debilitó la institucionalidad eclesial.

Posturas polémicas sobre el Código Penal

Ruiz se involucró en el debate sobre el Código Penal dominicano, especialmente en temas como el aborto. Su lenguaje confrontativo, calificando el proceso como “pleito ajeno” entre líderes políticos, fue considerado inapropiado por sectores religiosos y sociales.

Falta de coordinación con el Episcopado

El Episcopado Dominicano se desligó públicamente de varias decisiones tomadas por Ruiz, incluyendo su renuncia como enlace con el gobierno. Esto evidenció una fractura interna y falta de alineación con la jerarquía eclesiástica.

Manejo cuestionable de situaciones escolares

En 2024, Ruiz denunció el arresto de un padre en un plantel escolar, calificando la acción policial como “incorrecta”. Aunque su intención fue proteger a los niños, algunos sectores consideraron que su intervención exacerbó el conflicto en lugar de mediarlo adecuadamente.

Falta de neutralidad en conflictos familiares

En el mismo caso escolar, Ruiz se refirió a disputas familiares como “enfrentamientos internos”, lo que fue interpretado como una toma de posición sin conocer a fondo el contexto judicial del caso.

Comunicación pública poco prudente

A lo largo de su trayectoria, Ruiz ha sido criticado por emitir declaraciones contundentes sin respaldo institucional. Esto ha generado confusión entre feligreses y autoridades sobre la posición oficial de la Iglesia.

Desaciertos en medios religiosos

Como director de Televida y Radio María, Ruiz enfrentó señalamientos por falta de pluralidad en contenidos y por utilizar los medios como plataforma personal más que comunitaria. Algunos colaboradores se retiraron por diferencias editoriales.

Desbalance entre pastoral y gestión

Aunque Ruiz ha sido activo en proyectos sociales, como “Hogar, Vida y Esperanza”, se le ha cuestionado por dedicar más tiempo a la gestión institucional que al acompañamiento espiritual directo de comunidades vulnerables.

Ausencia de autocrítica pública

A pesar de las controversias, Ruiz rara vez ha reconocido errores públicamente. Esta falta de autocrítica ha sido señalada como una debilidad en su liderazgo pastoral.

Tensiones con sectores evangélicos

Su postura frente al Concordato y la relación privilegiada de la Iglesia Católica con el Estado ha generado fricciones con líderes evangélicos, quienes han pedido mayor equidad en el trato institucional

Reflexión sobre su designación episcopal

La decisión del Papa León XIV de nombrar al padre Manuel Ruiz como obispo de la nueva diócesis Stella Maris marca un giro significativo en su trayectoria. A pesar de sus errores, su experiencia en comunicación, educación y pastoral lo posiciona como un líder con potencial para transformar realidades complejas.

Este nombramiento puede interpretarse como una oportunidad de redención institucional. La diócesis Stella Maris, que abarca zonas con desafíos sociales y espirituales, requiere un obispo con sensibilidad humana y capacidad de gestión. Ruiz, con sus aciertos y desaciertos, podría encarnar ese perfil si logra reconciliarse con sus contradicciones.

Más allá de las controversias, su designación invita a reflexionar sobre el valor del perdón, la madurez espiritual y la posibilidad de evolución dentro de la Iglesia. Si Ruiz asume este rol con humildad y apertura, podría convertir sus errores en lecciones vivas para una nueva generación de creyentes.

No tanto así, podría Manuel, también, crear desavenencias entre la misma iglesia católica y otras instituciones dominicanas. Esperamos que su experiencia sobre los errores y virtudes del pasado lo ayuden a hacer una buena gestión en esta nueva oportunidad que le brinda la vida.

samantharadio

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