República Dominicana: tres décadas de apagones y protestas

Desde 1996 hasta 2025, la República Dominicana ha vivido una historia marcada por la inestabilidad energética.
Por;- Alan Vargas <alanvargas01@gmail.com>, Samantha Radio Online, Santo Domingo,R.D. |
A pesar de múltiples reformas, inversiones y promesas gubernamentales, los apagones han persistido como una constante en la vida cotidiana de los dominicanos.
El inicio del ciclo moderno (1996–2000): Durante el gobierno de Leonel Fernández, se intentó modernizar el sistema eléctrico con privatizaciones y nuevas concesiones. Aunque hubo mejoras temporales, la infraestructura seguía siendo débil.
El colapso del 2002: La crisis energética se agudizó. De una demanda de 12,400 millones de kWh, solo se suplían 7,600 millones. Esto generó apagones de hasta 18 horas en algunas zonas.
2004–2008: promesas y frustraciones: A pesar de nuevos contratos y plantas generadoras, los apagones continuaban. En 2008, las protestas se intensificaron en el Cibao, con quema de neumáticos y destrucción de contadores.
2009–2012: el ciclo se repite: Las interrupciones del servicio eléctrico se mantuvieron. Las huelgas se volvieron frecuentes, especialmente en provincias como Santiago, San Francisco de Macorís y Puerto Plata.
2013–2016: Punta Catalina como esperanza: Se anunció la construcción de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, prometida como solución definitiva. Sin embargo, su entrada en operación se retrasó.
2018: la gran decepción: Aunque Punta Catalina comenzó a operar, los apagones no cesaron. En ese año se registraron 52.62 días acumulados sin energía.
2019–2021: la pandemia y el apagón digital: La crisis sanitaria exacerbó la necesidad de energía estable. Las fallas eléctricas afectaron el teletrabajo y la educación virtual.
2022: el regreso de las huelgas: Comunidades como Bonao, Licey al Medio y Río San Juan protagonizaron nuevas protestas por apagones prolongados.
2023: artistas se suman al reclamo: Figuras como Ricardo Montaner y Toxic Crow denunciaron públicamente la situación, calificando el sistema como “infierno” y “cáncer”.
2024: promesas presidenciales: El presidente Abinader prometió 600 megas adicionales para septiembre, pero los cortes persistieron.
2025: el año de la indignación: En agosto, las temperaturas extremas y los apagones nocturnos provocaron una ola de protestas en Santo Domingo Norte y Este.
Infraestructura obsoleta: Subestaciones de los años 70 no soportan la demanda actual, provocando apagones de hasta 7 horas diarias.
Causas múltiples: Desde falta de combustible, deudas del Estado, averías técnicas, hasta mala gestión administrativa, el sistema ha sido víctima de múltiples factores.
Balance de huelgas: Aunque no existe una cifra oficial consolidada, se estima que entre 1996 y 2025 se han realizado más de 300 protestas y huelgas relacionadas con apagones, muchas de ellas espontáneas y otras organizadas por gremios y comunidades.
Los mejores tiempos del sistema eléctrico en República Dominicana
Los mejores tiempos del sistema eléctrico en República Dominicana han sido escasos pero significativos. Uno de los momentos más estables se vivió entre 2004 y 2006, cuando se logró reducir la duración de los apagones en zonas urbanas gracias a acuerdos con generadoras privadas y una mejor gestión de distribución. Durante ese período, el índice de cobertura eléctrica alcanzó el 88% a nivel nacional, y en algunas zonas urbanas se reportaban hasta 20 horas continuas de servicio diario.
Otro período notable fue entre 2018 y 2020, cuando la entrada parcial en operación de la Central Termoeléctrica Punta Catalina permitió estabilizar la oferta energética. Aunque no resolvió por completo el problema, sí logró disminuir la dependencia de plantas obsoletas y reducir los apagones en zonas como el Gran Santo Domingo y Santiago. En esos años, la percepción ciudadana sobre el servicio eléctrico mejoró, y se registraron menos protestas por cortes prolongados.
Finalmente, entre 2022 y principios de 2023, se vivió una relativa mejora en el suministro eléctrico gracias a inversiones en energía renovable y mantenimiento de redes. La expansión de parques solares y eólicos permitió diversificar la matriz energética y reducir la presión sobre las plantas térmicas. Aunque los apagones no desaparecieron, su frecuencia y duración disminuyeron en comparación con años anteriores, marcando un breve respiro en la larga historia de inestabilidad eléctrica del país
El futuro incierto: A pesar de mejoras puntuales, la falta de planificación a largo plazo y la deuda acumulada del sector eléctrico siguen siendo obstáculos para una solución definitiva.
Reflexión Final
La historia de los apagones en República Dominicana no es solo un problema técnico, sino un reflejo de una deuda social acumulada. Cada corte de energía representa una interrupción en la vida, el trabajo y el bienestar de millones.
Las huelgas y protestas no han sido simples actos de rebeldía, sino expresiones legítimas de una ciudadanía que exige dignidad energética. El acceso constante a electricidad no debería ser un privilegio, sino un derecho básico.
A medida que el país avanza hacia el 2030, urge una política energética sostenible, transparente y centrada en el ciudadano. Porque más allá de los megavatios, lo que está en juego es la calidad de vida de toda una nación. !!Hasta cuándo!!