EE.UU. incauta USD$700 millones a Nicolás Maduro en carros, aviones y una mansión en RD

Estos activos incluyen dos aviones multimillonarios, varias casas, una mansión en República Dominicana y varias casas multimillonarias en Florida
L.D., Estados Unidos, RD
La fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, dijo que suman los 700 millones de dólares que Estados Unidos le ha incautado a Nicolás Maduro.
Estos activos incluyen dos aviones multimillonarios, varias casas, una mansión en República Dominicana y varias casas multimillonarias en Florida.
Además, Bondi dijo que también se le ha incautado una granja de caballos, un auto, nueve vehículos, millones de dólares en joyas y efectivo.
«Aun así, esta operación de crimen organizado sigue funcionando», detalló la fiscal.

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció este jueves una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Estados Unidos acusó a Nicolás Maduro en 2020, durante la primera presidencia de Donald Trump, por delitos de narcotráfico y terrorismo y en enero de 2025, la actual Administración aumentó la recompensa por su captura a 25 millones de dólares.
Bondi compartió en sus redes sociales un video en el que describe esta recompensa como «histórica» y calificó a Maduro como uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
«Maduro utiliza organizaciones terroristas extranjeras como Sinaloa y el Cartel del Sol para introducir drogas letales y violencia en nuestro país», indicó.
Además, la fiscal estadounidense anunció que hasta la fecha, «la Administración de Control de Drogas (DEA) ha incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y sus socios», con casi siete toneladas vinculadas al mandatario venezolano, «lo que representa una fuente principal de ingresos para los carteles con sede en Venezuela y México».
Bondi también reveló que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha incautado más de 700 millones de dólares en activos vinculados a Maduro, así como dos aviones privados y nueve vehículos.
«Maduro no escapará de la justicia y rendirá cuentas por sus atroces crímenes», concluye en su mensaje la fiscal general.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha arremetido contra la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, por revocar el estatus de protección temporal (TPS) del que gozaban unos 350.000 venezolanos en el país norteamericano y ha apuntado al secretario de Estado, Marco Rubio, y a la congresista republicana María Elvira Salazar como los principales responsables.
«Rechazo y repudio el intento criminal de quitarle el TPS a los migrantes«, ha dicho Maduro en un discurso retransmitido por la televisión pública en el que ha hecho hincapié en que es «toda la mafia de Miami la que ha pedido quitarle este estatus» a los ciudadanos de Venezuela.
Así, ha asegurado que el objetivo es «reunir a las familias venezolanos en un país más recuperado y fuerte» ahora que se ven obligados a regresar. «Más temprano que tarde en una Venezuela recuperada, en una Venezuela próspera y fuerte, todos los migrantes regresarán al seno de la familia y reunificaremos a toda la familia venezolana», ha dicho, antes de afirmar que los reciben «con los brazos abiertos para seguir trabajando hacia el futuro».
En este sentido, ha aclarado que es el momento de «construir un país más sólido» en la «única tierra y patria bendita que tenemos». «Hagámosla grande para que vuelvan todos esos migrantes que tuvieron que irse por la guerra económica y (…) a los que les hicieron creer que iban al paraíso y terminaron en la tragedia americana», ha aseverado.
Sus palabras llegan un día después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos permitiera a la Administración Trump revocar este estatus a miles de migrantes del país caribeño para facilitar su posible deportación. El máximo tribunal estadounidense falló a favor de la propuesta, que busca poner fin a esta protección que se retrotrae a la etapa del expresidente Joe Biden en la Casa Blanca.
La medida adoptada por Biden facilitaba que los venezolanos pudiesen seguir beneficiándose de una protección específica hasta octubre de 2026, lo que abría la puerta a que pudieran trabajar de manera legal en Estados Unidos. Este estatus les protegía además de deportaciones inminentes.