Escalada bélica en Medio Oriente: EE.UU. se une a Israel en ataques contra Irán
Trump ordena bombardeos a instalaciones nucleares iraníes; el ayatolá Jameneí promete represalias “más allá de la comprensión”
Por Alan Vargas, alanvargas01@gmail.com, Santo Domingo.
En las últimas 24 horas, el conflicto entre Israel e Irán ha alcanzado un nuevo nivel de gravedad con la intervención directa de Estados Unidos. El presidente Donald Trump confirmó que la aviación estadounidense bombardeó con éxito tres instalaciones nucleares clave en Irán: Fordo, Natanz e Isfahán. Esta acción marca un punto de inflexión en la guerra iniciada el pasado 13 de junio, cuando Israel lanzó su ofensiva militar contra objetivos iraníes.
Trump, en un discurso desde la Casa Blanca, calificó los ataques como “un éxito militar espectacular” y advirtió que si Irán no opta por la paz, enfrentará “una tragedia mucho mayor que la vivida en los últimos ocho días”. El mandatario aseguró que las instalaciones nucleares iraníes fueron “completamente borradas” y que Estados Unidos está preparado para atacar otros objetivos “con precisión, velocidad y habilidad” si es necesario3.
La respuesta iraní no se hizo esperar. El líder supremo, ayatolá Alí Jameneí, condenó los ataques y prometió represalias severas. “Con este crimen, el régimen sionista se ha preparado un destino amargo y doloroso, que sin duda recibirá”, declaró en un comunicado oficial. Además, los Guardianes de la Revolución advirtieron a EE.UU. que “espere represalias que lamentará” y que Irán utilizará “opciones más allá de la comprensión”.
Horas después del bombardeo estadounidense, Irán lanzó una oleada de 40 misiles contra Israel, apuntando al aeropuerto Ben Gurión y a un centro de investigación biológica. Las autoridades israelíes reportaron al menos 23 heridos y daños en zonas residenciales de Tel Aviv. El ejército israelí respondió con nuevos ataques a bases militares iraníes en el oeste del país.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, agradeció públicamente a Trump por su apoyo. “Estados Unidos demostró ser verdaderamente inigualable”, afirmó en un mensaje en video. Netanyahu calificó la intervención como un “punto de inflexión histórico” que podría llevar a Medio Oriente hacia un futuro de “prosperidad y paz”.
Mientras tanto, la comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. China, Rusia y varios países árabes condenaron los ataques estadounidenses, calificándolos de “irresponsables” y “violatorios del derecho internacional”. Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos han instado a todas las partes a actuar con moderación y volver a la mesa de negociaciones7.
En el plano interno, Trump ha recibido críticas de sectores demócratas que consideran la acción como una escalada innecesaria. Algunos legisladores han exigido que el Congreso debata y autorice cualquier intervención militar prolongada. Sin embargo, el presidente ha defendido su decisión como una medida para “proteger al mundo libre” y frenar la amenaza nuclear iraní.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró que el objetivo de la operación fue “devastar el programa nuclear iraní” sin atacar directamente a tropas o civiles. Según el Pentágono, se utilizaron bombarderos B-2 con bombas antibúnker GBU-57, capaces de penetrar instalaciones subterráneas como Fordo.
Por su parte, la autoridad nuclear iraní aseguró que no se ha detectado contaminación radiactiva en los sitios atacados y que no hay peligro inmediato para la población. Sin embargo, medios iraníes reportan al menos 400 muertos y más de 2,000 heridos desde el inicio del conflicto.
El ayatolá Jameneí también nombró posibles sucesores en caso de ser asesinado, lo que refleja la gravedad de la situación y la posibilidad de una guerra prolongada. En un mensaje a la nación, reiteró que Irán “no se rendirá jamás” y que cualquier intervención extranjera será respondida con fuerza.
En paralelo, miles de personas se han manifestado en países como Marruecos y Afganistán en apoyo a Irán y en repudio a las acciones de Israel y Estados Unidos. El movimiento Hamás también condenó los ataques, calificándolos de “agresión criminal” contra un aliado estratégico.
La situación en Medio Oriente se mantiene extremadamente volátil. Las próximas horas serán decisivas para determinar si las partes optan por la desescalada o si el conflicto se transforma en una guerra regional de mayores proporciones.
Mientras tanto, la población civil en Irán e Israel vive bajo constante amenaza, con refugios activados, vuelos cancelados y servicios de emergencia en alerta máxima. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, temiendo que una chispa más pueda encender un incendio incontrolable.
