Fallece el Papa Francisco: Un legado de humildad y compromiso social

Mientras tanto, los cardenales se reunirán en el Cónclave para elegir a su sucesor, un proceso que podría adelantarse según las nuevas normas establecidas por Benedicto XVI
Por Alan Vargas, alanvargas01@gmail.com, Santo Domingo
El mundo ha recibido con profundo pesar la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, quien murió a los 88 años en la madrugada del 21 de abril de 2025 en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano. Su partida marca el fin de un pontificado que se caracterizó por su enfoque en la justicia social, la defensa de los más vulnerables y su estilo humilde y cercano.
El anuncio oficial fue realizado por el cardenal Kevin Joseph Farrell, quien expresó que el Papa había «regresado a la Casa del Padre» a las 7:35 de la mañana. Apenas unas horas antes, Francisco había participado en la tradicional bendición Urbi et Orbi en la Plaza de San Pedro, donde se le vio visiblemente debilitado. Su última reunión oficial fue con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, con quien discutió temas de migración y conflictos internacionales.
Desde su elección en 2013, el Papa Francisco se convirtió en un líder transformador dentro de la Iglesia Católica. Fue el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en ocupar el cargo, lo que le permitió abordar temas sensibles con una perspectiva renovadora. Su papado estuvo marcado por reformas internas, la lucha contra la corrupción en el Vaticano y su firme postura en defensa de los derechos humanos.
Miles de fieles han acudido a la Plaza de San Pedro para rendir homenaje al Papa, recordando su legado de cercanía con los pobres y su compromiso con la paz mundial. Líderes internacionales, incluyendo el rey Carlos III de Gran Bretaña, han expresado su tristeza por la pérdida de un Papa que promovió la unidad y la compasión.
Los últimos meses de Francisco: Un deterioro progresivo de su salud
En los últimos tres meses, la salud del Papa Francisco se había deteriorado significativamente debido a diversas afecciones respiratorias y renales. Desde febrero de 2025, sufrió una bronquitis, una insuficiencia renal y una neumonía bilateral, lo que lo convirtió en un paciente de alto riesgo. Su condición se agravó debido a que solo tenía un pulmón, ya que en su juventud le extirparon parte de uno debido a una infección grave.
El 14 de febrero, el Papa fue hospitalizado por cuarta vez desde su elección, tras ser diagnosticado con bronquitis. A pesar de recibir tratamiento con antibióticos y terapia respiratoria, su estado siguió deteriorándose. En marzo, fue dado de alta del Hospital Gemelli de Roma, pero su recuperación fue limitada.
La neumonía bilateral que padeció en abril fue el golpe final para su frágil salud. Esta afección, que afecta ambos pulmones, puede ser mortal en personas mayores y con antecedentes respiratorios como los de Francisco. A pesar de su debilidad, el Papa hizo un esfuerzo por aparecer en público durante la misa de Pascua, lo que sorprendió a muchos fieles.
Su fallecimiento marca el inicio del cónclave para elegir a su sucesor, un proceso que se llevará a cabo en la Capilla Sixtina en los próximos días. Mientras tanto, el mundo recuerda a Francisco como un líder que desafió las estructuras tradicionales y promovió una Iglesia más inclusiva y comprometida con los más necesitados.
La partida del Papa Francisco deja un vacío en la Iglesia Católica, pero su legado de humildad, justicia social y amor por los marginados seguirá inspirando a millones de personas en todo el mundo. Su vida y su obra serán recordadas como un testimonio de fe y servicio.
El funeral del Papa Francisco seguirá un protocolo solemne en el Vaticano, con modificaciones que él mismo estableció para hacerlo más sencillo y menos ostentoso. Su cuerpo será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde será velado durante varios días para que los fieles puedan rendirle homenaje. La ceremonia será presidida por el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, con la asistencia de líderes religiosos y jefes de Estado de todo el mundo.
El ataúd del Pontífice estará compuesto por tres capas: una de ciprés, otra de plomo y una externa de olmo o nogal. Dentro de él se colocará un documento con una breve descripción de su pontificado, junto con monedas y medallas conmemorativas. Luego del funeral, el Papa será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en lugar de las Grutas Vaticanas, siguiendo su deseo de descansar en un sitio especial para él.
El Vaticano ha decretado nueve días de luto, conocidos como Novendiales, durante los cuales se celebrarán misas en su honor. Mientras tanto, los cardenales se reunirán en el Cónclave para elegir a su sucesor, un proceso que podría adelantarse según las nuevas normas establecidas por Benedicto XVI. Este evento marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica, con la expectativa de quién será el próximo líder espiritual de millones de fieles en el mundo.