Decenas despiden en el boulevard de Sábana Perdida a Antonio Escotto, víctima del Jet Set

El cuerpo de Anderson se paseó en el carro fúnebre por el boulevard, lugar donde estuvo compartiendo con sus seres queridos el pasado sábado

Melanie Cuevas, Santo Domingo, RD
Familiares y amigos despiden a Antonio Escotto, cariñosamente Anderson, de 39 años, quien falleció tras el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, la madrugada del pasado martes.
Bajo el cielo nublado, pasadas las 11:00 de la mañana de este viernes, los restos del joven llegaron hasta el boulevard de Sábana Perdida, en Santo Domingo Norte, donde se congregaron decenas de personas a darle el último adiós a Anderson.
Definido como un “hijo sabanero”, Anderson fue descrito por los presentes como una persona servicial y amable, que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás.
“Siempre fue una persona muy solidaria, una persona que siempre estaba en la disposición de colaborar, tuvo más virtudes que defectos. Anderson desde niño siempre trabajó, hasta conchaba aquí, siempre estudió, pero la vida es un ciclo”, manifestó Joel Herrera.
Herrera expresó que el joven también fue un líder deportivo de la comunidad en baloncesto barrial, estando presente en cada evento y siendo mediador de conflictos.
“En los eventos deportivos los ánimos se suben y él era el que siempre calmaba eso”, sostuvo con voz afligida.
El cuerpo de Anderson se paseó en el carro fúnebre por el boulevard, lugar donde estuvo compartiendo con sus seres queridos el pasado sábado, como era costumbre para él cada fin de semana.
Según relataron, el joven llegó hasta el Jet Set acompañado de un primo, que no recibió ningún tipo de lesión. Sin embargo, Anderson fue afectado en una de sus piernas y brazos, así como con daños en órganos internos, durando un día más luego de ser rescatado de los escombros, pero no resistió y falleció el jueves mientras recibía atenciones médicas.

Escotto se desempeñaba actualmente como chofer en el Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd), no estaba casado ni tenía hijos.
Los presentes adelantaron que en los próximos días realizarán un culto en su honor, en el mismo centro de diversión donde decenas le dieron el último adiós bajo la llovizna antes de ser trasladado hasta el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez, donde le darán cristiana sepultura.
Por la tragedia, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) informó que fallecieron unas 221 personas, incluyendo el merenguero Rubby Pérez, quien animaba una fiesta en el centro de diversión.
Asimismo, al menos 146 personas resultaron heridas. Los organismos finalizaron las labores de búsqueda y rescate pasado el mediodía del jueves, tras más de 53 horas en la escena, tras recibir más de 100 llamadas de emergencia.