Satélites de la NASA alertan de la llegada de una inundación que se produce una vez cada 1.000 años
“Nos preocupa el riesgo de inundaciones repentinas, históricas y potencialmente mortales”, señalan los expertos.
Es innegociable y no hay forma de negar que el cambio climático no se trata solo de olas de calor o frío. El cambio es mucho más profundo y está relacionado principalmente con la exacerbación de eventos extremos que se vuelven más frecuentes y más intensos aún. Y el último que ha despertado las alertas.
Una reciente advertencia de AccuWeather ha alertado sobre la posibilidad de una inundación de una ocurrencia anual desde el noreste de Arkansas hasta el oeste de Kentucky, en Estados Unidos. AccuWeather es una organización que utiliza los datos meteorológicos de la NOAA, junto a otras 190 fuentes como agencias espaciales, administraciones meteorológicas y universidades, a lo que suma más de 100 meteorólogos expertos del planeta para generar pronósticos y advertencias.
De acuerdo con los informes, las zonas más afectadas podrían recibir el equivalente a cuatro meses de lluvia en tan solo cinco días. “Se proyecta que los totales de precipitaciones serán tan extremos – explican en AccuWeather – que los pronosticadores están usando términos estadísticos, como eventos de 1 en 1000 años, para describir su rareza”.
En algunos casos, esta lluvia caerá en zonas vulnerables a inundaciones. La región más afectada será el centro de EE. UU. que podría experimentar inundaciones repentinas históricas en los próximos días, ya que las lluvias torrenciales y las tormentas eléctricas azotan repetidamente las mismas zonas, según anunciaron los meteorólogos.
«Nos preocupa el riesgo de inundaciones repentinas históricas y potencialmente mortales, que podrían convertirse en una importante inundación fluvial – explica Jonathan Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather, en una entrevista -. Las situaciones peligrosas pueden escalar a emergencias potencialmente mortales en cuestión de segundos con una amenaza de inundación repentina tan grave como esta”.
La lluvia fluye hacia el centro de EE. UU. desde los trópicos en un río atmosférico, una región larga y delgada de la atmósfera que transporta calor y vapor de agua. Se espera que el movimiento del agua se ralentice y se detenga sobre esta zona, lo que provocará un diluvio masivo en las mismas zonas.
“El patrón meteorológico se asemejará a un atasco en la atmósfera, con tormentas eléctricas y aguaceros recurrentes sobre las mismas zonas. Esto es una receta para grandes inundaciones”, añade Porter.
Los meteorólogos anticipan que las lluvias harán que los ríos aumenten su nivel a lo largo de los días siguientes, lo que afectaría a otras regiones.
“Las lluvias incesantes causarán problemas en arroyos, riachuelos y zonas bajas propensas a inundaciones, antes de convertirse en un problema de inundación fluvial a medida que el agua intenta fluir río abajo – concluye Porter -. Prepárense para desplazarse rápidamente a zonas más altas”.
