El término ‘preinfarto’ no existe
Dice la cardióloga Reyna Massiel Bautista, al ser entrevistada en el programa Al punto vespertino
Jessica Arno
El uso de la palabra preinfarto se ha vuelto común en el hablar popular en estos tiempos, tanto así que pocos conocen que en realidad este término no es el correcto a la hora de referirse a la antesala de un infarto.
Así lo expresó la cardióloga Reyna Massiel Bautista, al ser entrevistada en el programa Al punto vespertino, que producen Tomas Aquino Mendez, Ramón García y Martina Espinal.
La especialista explicó que lo correcto es usar el término angina, pero los pacientes lo interpretan como ‘preinfarto’.
“Cuando te da un infarto es cuando se ocluye un vaso que lleva sangre al músculo del corazón… se ocluyó ese vaso, se cerró, no permite que le pase sangre a ese músculo y ese músculo se muere; por eso se llama infarto».
Expresó que a lo que la gente le llama ´preinfarto´ es cuando el paciente hace un dolor torácico y se determina que este tiene una condición que le confiere una oclusión vasial de ese vaso e inmediatamente se restablece el flujo, el paciente está normal.
“¿Quiénes hacen eso mucho? Los pacientes diabéticos que hacen anginas, son pacientes que tienen cardiopatía isquémica estable, es decir, hacen anginas porque tienen el daño vascular ya establecido, pero no tienen esos vasos totalmente cerrados u ocluidos.
Aseveró que la primera causa de muerte a nivel mundial es la enfermedad cardiovascular y, por lo tanto, se debe hacer énfasis en esta para poder prevenirla y retrasar su aparición “reflejándose en una vida más larga”.
Manifestó que cualquier edad es factible para acudir a un profesional de la salud a buscar orientación en el caso de los pacientes que son sanos. Sin embargo, puntualizó que a partir de los 40 años toda persona sana debe acudir al cardiólogo por lo menos una vez al año.
“Pero sabemos que por los estilos de vida que nosotros hemos adoptado, tenemos enfermedades que ocurren más temprano. Nosotros vemos pacientes de 30 años que mueren de un infarto. Vemos pacientes de 22 años que son hipertensos”, manifestó Bautista.
En ese sentido, señaló que a los 20 años es cuando el paciente acude al cardiólogo, por primera vez, ya de adulto, para revisar todo. En caso de que continúe sano a los cinco años, se realiza otra revisión y esa rutina se repite hasta llegar a los 40 años, si el paciente llega sano a esa edad.
En caso de que el paciente presente alguna enfermedad o cambio, se deben hacer estudios a edades más tempranas.
Síntomas para acudir al cardiólogo
Entre los síntomas de alarma para acudir al cardiólogo, señalados por la especialista, está el orinar muchas veces por las noches, pues esto da indicio de que algo no anda bien.
Asimismo, la doctora explicó que se debe acudir a un especialista cuando ocurren mareos constantes e incluso si se pierde el conocimiento. Dolor torácico y fatiga también son síntomas para acudir al cardiólogo, según la doctora.
Expresó que en la población pediátrica (18 años abajo) es más frecuente encontrar arritmias y que este es el causante de una muerte súbita porque no se realizó un estudio a tiempo y no se determinó que el paciente tenía un factor predisponente para que esto ocurra.
Otra causa de que los pacientes jóvenes mueran es una enfermedad de nacimiento llamada cardiopatía hipertrófica que le detona una arritmia causándole la muerte.
“Lo que pasa es que muchísimas veces no se hace necropsia y no se determina. Es por eso que antes de los 35 años estos pacientes deben chequearse porque eso es una enfermedad genética que puede padecer otro familiar”, dijo Bautista.
Preocupación de infartos en personas jóvenes tras el COVID-19
Al ser cuestionada sobre qué tan preocupados estaban los cardiólogos por el aumento de los infartos en personas jóvenes después de colocarse la vacuna del covid–19, la especialista aclaró que es provacuna porque entiende que “si la vacuna hubiese sido tan mala, la población ya se hubiese eliminado de la tierra”.
No obstante, afirmó que ciertas vacunas del covid-19 conferían un factor que era protrombótico, pero que el mismo ya debió desaparecer.
“Hay pacientes que no es la vacuna del covid-19, sino que tienen ya factores múltiples que le confieren un riesgo para que puedan padecer una enfermedad con un infarto… La vacuna del covid-19 está más relacionada con la miocarditis, que es una inflamación del corazón secundaria a una respuesta inmunitaria”, explicó la cardióloga.
Acotó que las respuestas inmunitarias que llevan las vacunas pueden provocar una miocarditis, causándole la muerte al paciente. Resaltó que los pacientes con miocarditis hacen falla cardiaca o mueren de manera aguda. Especificó que no con todos los pacientes ocurre esto.