Visiones distintas durante intenso debate presidencial EE.UU.
La vicepresidenta demócrata trató varias veces de provocar al expresidente republicano, recordándole la derrota electoral que él aún niega, y burlándose de otras de sus afirmaciones falsas.
ZEKE MILLER, MICHELLE L. PRICE, JILL COLVIN y JOSH BOAK/AP. Washington, Estados Unidos
Kamala Harris y Donald Trump intercambiaron el martes ataques políticos y personales mientras presentaban sus contrastantes visiones para el país en cuestiones como el aborto, la inmigración y la democracia de Estados Unidos durante su primer, y quizás único, debate antes de los comicios presidenciales de noviembre.
La vicepresidenta demócrata trató varias veces de provocar al expresidente republicano, recordándole en varias ocasiones la derrota electoral que él aún niega, y burlándose de algunas otras de sus afirmaciones falsas.
Harris no sólo trató de presentar argumentos de que Trump no es apto para desempeñar el cargo, sino que trató de usar sus respuestas de tal forma que parecían diseñadas para provocarlo a lanzar ataques personales, de los que sus asesores y simpatizantes han tratado de alejarlo. En cierto punto, Harris se volteó a ver a Trump y dijo que como vicepresidenta, he hablado con dignatarios extranjeros “y dicen que usted es una vergüenza”.
Trump volvió a negar su derrota ante el presidente Joe Biden hace cuatro años, cuando sus intentos por revertir el resultado dieron lugar a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio federal.
“Donald Trump fue despedido por 81 millones de personas”, dijo Harris. “Así que dejemos eso en claro. Y evidentemente le cuesta mucho trabajo procesar eso”.
Trump, en cambio, trató de relacionar a Harris con Biden, preguntándole por qué no había tomado acciones sobre sus propuestas mientras se desempeñaba como vicepresidenta, y centró sus ataques contra Harris en la asignación que le encargó Biden de lidiar con las causas de raíz de la migración ilegal.
En varias ocasiones se refirió a ella y a Biden como personas débiles, y mencionó los elogios del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, para demostrar que es sumamente respetado por dignatarios de todo el mundo, asegurando que Orbán lo llama “la persona más temida”.
El enfrentamiento le brindó a los estadounidenses la mirada más detallada hasta el momento a una campaña que ha cambiado drásticamente. De inmediato, Harris presentó los argumentos demócratas de una mejor manera de lo que lo hizo Biden durante su debate de junio, vinculando al expresidente con las labores del Partido Republicano para restringir el acceso al aborto, y acusándolo de socavar la democracia del país.