Nueva arma nuclear espacial de Rusia
Como si fuera La guerra de las galaxias
©Proporcionado por The Daily Digest
Rusia se lanza a conquistar el espacio como territorio para la guerra. Así lo confirmó este jueves 16 de febrero la Casa Blanca.
Varios congresistas llevaban días hablando de alarmantes informaciones sobre una nueva arma nuclear rusa para ser usada en el espacio. Arma que ya estaría probándose o disponible.
John Kirby (en la imagen), portavoz de asuntos internacionales de la Casa Blanca, confirmó que la inteligencia estadounidense conoce la existencia de un arma rusa en desarrollo. Según recogió CNN, Kirby asegura que dicha arma tiene «capacidad antisatélite» y admite que es «preocupante».
Kirby quiso dejar claro que, por lo sabe el espionaje estadounidense, la nueva arma rusa sólo puede atacar objetivos en el espacio y no lanzar ataques contra la Tierra.
Y otro detalle más: Rusia estaría aún desarrollando ese arma, no tiene completado su proyecto. Eso sí, coloca a Occidente en una situación delicada, muy vulnerable en cuanto a sus comunicaciones y trabajos en remoto.
El arma rusa serviría para inutilizar satélites espaciales, lo cual provocaría en el enemigo un verdadero caos a muchos niveles.
En The New York Times describían así la información que tiene Estados Unidos sobre la nueva arma nuclear espacial rusa: «Un arma que destruye satélites y de ser desplegada, podría destruir las comunicaciones civiles, la vigilancia desde el espacio y las operaciones militares de comando y control por parte de Estados Unidos y sus aliados».
Y añadía The New York Times que lo alarmante es que Estados Unidos admite que no posee ningún arma para contrarrestar un posible ataque espacial ruso a sus satélites.
Putin da un salto a la conquista militar del espacio, algo que, en principio, no se ajusta a lo pactado en viejos acuerdos internacionales.
En 1967 se impulsó, por parte de Estados Unidos y Rusia, el Tratado sobre el espacio ultraterrestre, que comprometía a sus firmantes a no usar armas en el espacio. En el mapa, en verde (y amarillo), los 110 países que lo han firmado hasta ahora.
Imagen: De WillemBK (talk) – Map: File:BlankMap-World-Microstates.svgData: UNOOSA (2020). Status of International Agreements relating to activities in outer space as at 1 January 2020 (in en) 5-10., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=30392711
Sea como sea, y teniendo en cuenta que esa arma nuclear espacial rusa está en preparación, desde la Casa Blanca se quiere transmitir calma. John Kirby insiste en que no es una «amenaza inmediata».
El espacio como lugar de confrontación bélica es una idea que ya surgió al final de la Guerra Fría. El presidente Ronald Reagan impulsó la llamada ‘guerra de las galaxias’.
Sucedió en 1983 y Reagan denominó oficialmente Iniciativa de Defensa Estratégica a su plan para desarrollar armas en el espacio de cara a una posible confrontación con la Unión Soviética.
En un momento en que triunfaba en las taquillas la saga ‘Star Wars’, pronto se denominó ‘guerra de las galaxias’ al proyecto de Reagan.
Ese plan para la guerra espacial de Reagan no acabó de desarrollarse completamente pero sí tuvo un propósito que cumplió: tensar las contradicciones internas de la Unión Soviética, cuyas capacidades económicas y organizativas no alcanzaban para lanzarse a una ‘guerra de las galaxias’. Al final, contribuyó a la ‘perestroika’ de Gorbachov.
Lo que deja claro esta apuesta espacial de Putin es que el líder ruso no para en su escalada contra Occidente. Quiere estar preparado para una confrontación masiva, quizá contra la OTAN. Ese es el gran peligro.