Sueños frustrados de un senegalés cuya vida se apagó en el mar

Sueños frustrados de un senegalés cuya vida se apagó en el mar
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Era uno de varios jóvenes de Senegal cuya documentación fue encontrada en una embarcación con 15 osamentas en las costas de Río San Juan

Indira Vásquez, Santiago, RD

“El era un muchacho amigable, agradable, correcto; honestamente él hizo este viaje arriesgándose mucho solo para ayudar a sus padres”, este es el testimonio de Ibrahima Khaliloullah Wade, tío de Sidane Wade, uno de los jóvenes senegalés cuya documentación fue encontrada en una embarcación con 15 osamentas en las costas de Río San Juan.

Desde el pasado jueves un equipo de Listín Diario ha estado en contacto con periodistas de España residentes en Las Islas Canarias y periodistas de Senegal que han documentado la crisis migratoria desde África hasta Europa.

era sastre y quería ayudar a su familia

Sidane es oriundo de MBane, una localidad situada al norte de Senegal y que hace frontera con Mauritania, trabajaba como sastre y en su tiempo libre también era chófer. A sus 23 años era un soporte importante para su familia, estaba separado y tenía un hijo de 5 años.

En Senegal celebran el Tabaski o Fiesta del Sacrificio de acuerdo a su creencia musulmana, es el festival donde todos deben matar una oveja grande cada año y él era quien compraba la oveja para su papá.

«Incluso comenzó a construirle una pequeña casa para ayudar a su papá. Seguramente eso fue lo que lo empujó a ir a Europa eso me dijo su padre», cuenta Ibrahima.

el viaje

La periodista senegalesa Marie Louise Ndiaye, quien ha documentado la migración ilegal desde Senegal y Mauritania a España, explicó a Listín Diario que los viajes parten desde MBane, en Senegal que hace frontera con Nouakchott, la ciudad más poblada y capital de Mauritania y parten hasta Las Canarias.

“Si el viaje sale de Senegal son siete días de travesía, si salen desde Mauritania son cuatro y si es de Marruecos son tres”, explicó Ndiaye.

En el caso de Sidane, su tío cuenta que es uno de los primeros de su aldea que se embarcó en este viaje y que desde enero le perdieron el rastro.

“Salieron el 16 de enero a Nouakchott, pero el clima no era favorable y se desviaron hacia Nouadibu desde donde salieron el día 22 o 23 de enero. Él no nos contó que se iba, sino que cuando pasaron dos días sin volver a casa y que no fue a su lugar de trabajo nos preocupamos, y le preguntamos si algunos de sus amigos sabían dónde estaba y así nos enteramos de que se había ido”.

Su hermana mayor fue la última en conversar con Sidane, “él le dijo que pararon porque hacía mucho viento en el mar por eso no continuaron”.

Cuenta que aún si lo hubieran sabido probablemente no lo habían podido evitar porque es un fenómeno incontrolable. Los vecinos hicieron oraciones y su familia investigó la desaparición con los morabitos, que de acuerdo a sus creencias son estudiosos del sagrado Corán, quienes de acuerdo al testimonio de su pariente le dijeron “que no está muerto, está en algún lugar que no sabemos, un día vendrá, vendrá”. Pero no acudieron a la policía para no exponerse ellos, ni a él.

Desde enero hasta agosto la familia no volvió a tener noticias del joven. Su madre estaba desesperada por no tener noticias, su expareja lloró mucho y su hijo solo pregunta por él.

Conseguir el dinero de acuerdo a la familia no es difícil porque el viaje cuesta 400,000 francos Cfa, si se va por Marruecos son 300 mil euros, 400,000 franco, si hacemos el cambio a hacemos a euros son casi 610 euros dependiendo. «Él siendo sastre y conduciendo taxi, podía ahorrar en el espacio de unos pocos meses, para conseguirlo».

samantharadio

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