Vladimir Guerrero Jr envía mensaje a Dodgers tras promesa de Roberts de «arruinar el béisbol»

El dominicano afirma que la historia de los Azulejos se completará cuando conquisten cuatro partidos más

Agencia EFE, Toronto
Vladimir Guerrero Jr no dudó en poner en contexto el puesto de los Blue Jays en la Serie Mundial.
Apenas minutos después de que Toronto derrotara por poco a los Seattle Mariners en un tenso séptimo juego, a pesar de que FOX emitió un comercial en un momento crítico, el MVP de la ALCS transmitió un mensaje poderoso: «Sí, pero el trabajo no está terminado. Nos quedan cuatro más».
Aunque Guerrero Jr. normalmente realiza sus entrevistas en español, sus palabras marcan el tono para un equipo que acaba de impulsar a los Jays a su primer campeonato desde 1993 y ahora se enfrenta a los Dodgers con la historia en juego.
Toronto necesitó toda su determinación para llegar a este punto. El jonrón de tres carreras de George Springer en la séptima entrada cambió el rumbo del partido y de la serie, mientras que una sucesión de lanzadores aseguró los últimos outs en un Rogers Centre repleto de actividad.
El desempeño de Guerrero durante la ALCS (bateando .385 con tres jonrones y tres dobles) le valió el máximo honor de la serie y confirmó la confianza del club en él cuando le ofrecieron un contrato récord en abril.
Este es precisamente el momento que la organización tenía en mente cuando vinculó su futuro al bateador de poder de 26 años
Ese «futuro» se hizo innegablemente claro hace seis meses. Guerrero firmó una extensión de contrato de 14 años y $500 millones —la segunda mayor en valor actual en la historia de la MLB— con la intención de mantenerlo en Toronto hasta 2039.
Un Blue Jays para siempre
En ese momento, dijo que quería ser «un Blue Jay para siempre».
Ahora, parece ser la cara ideal de una franquicia que cree que su ventana de campeonato está abierta de par en par. El acuerdo no incluye aplazamientos y posiciona a los Jays para construir su equipo en torno a una superestrella local que entra en su mejor momento.
Las palabras de Guerrero después del partido sirvieron como un homenaje al vestuario que lo apoyó. «Hemos estado trabajando duro. Hemos tenido altibajos. Creemos en todos aquí. Amo a este equipo. Amo a mis compañeros», dijo en el campo, con la emoción desbordada mientras Toronto disfrutaba del momento.
«Ya sabes, cuando crees en tus compañeros de equipo y crees en Dios, algo así puede suceder… Me siento muy bien de ganar aquí en Toronto».
Es el tipo de cita que resume toda una temporada: lucha, fe, triunfo. Y posiciona el próximo reto —cuatro victorias más— no como una ilusión, sino como una meta alcanzable.
En su camino se interpone una fuerza abrumadora con su propio grito de guerra. Tras recibir críticas de ciertos sectores que afirmaban que los Dodgers estaban «arruinando el béisbol» con su enorme gasto y su alineación estelar, el mánager Dave Roberts tomó un micrófono y declaró al público:
«Antes de que empezara esta temporada, decían que los Dodgers estaban arruinando el béisbol. ¡Consigamos cuatro victorias más y arruinemos el béisbol de verdad!».
Fue una mezcla entre rebelión y alegría, lo que creó un material de motivación perfecto mientras los campeones reinantes viajan al norte para el juego 1.